Y se acaba…

Definitivamente, los fines de año me ponen triste. No puedo evitar echar la vista atrás… Para mí es un final rotundo, algo palpable. El paso del tiempo se me hace mucho más tangible que el día de mi cumpleaños, por ejemplo. El año que llega te respira en la nuca, inquieto, nuevo y lleno de expectativas, y el que sea va, te deja un poco desvalida,  incompleta, con la sensacion de que te ha faltado algo, de no haber hecho bien los deberes, de que no has dado de ti lo suficiente.

Este año ha sido especialmente duro para mi. He vivido una crisis.

Para los japoneses, la palabra crisis está formada por dos caracteres, dos ideogramas; uno alude al «peligro, miedo y a la difícultad» y el otro «mecanismo, oportunidad y ocasión»… Lo que puede parece un juego de palabras asiatico, es un fiel reflejo de lo que implica la crisis. ideograma japones

Los japoneses siempre intentan encontrar maneras de obtener beneficio ante situaciones dificultosas, y el mejor ejemplo quizás, sea cómo resurgieron tras la guerra. Voy a seguir su ejemplo. Estoy librando mi última batalla, la que creo que terminará con mi guerra particular. El peligro empieza a desaparecer para dar paso a la oportunidad, a renacer, renovada y con ganas de mirar a la vida a los ojos

Este año ha sido triste, doloroso. Me ha pedido que asuma, que ME asuma. Y estoy en ello. He perdido  muchas personas a lo largo de este 2010. Nunca debieron ser mías y por eso ya no están. Otras se han aferrado con fuerza a mi corazón y forman parte de mí como un todo. Y luego… luego personas  que han llegado, inesperadas, azules, llenas de luz… Personas,  que me están mostrando el camino, que aún en la distancia, están cerca, muy cerca de mi. Corazones que laten al ritmo de la misma música… y eso empieza a darme paz. Empiezo a sentirme segura. Y quiero daros la gracias. A todos. A los que estáis a mi lado físicamente, y a los que no. Todos ocupáis un hueco en mi corazón, todos me habéis dado aire cuando lo he necesitado, y habéis conseguido que con un beso, un abrazo, una publicación en mi muro o con un tweet me sienta con fuerza, y me sienta acompañada. Me habéis dado el aire y el impulso que necesitaba para que mi crisis culmine con éxito, para que el peligro sea mecanismo, la oportunidad venza al miedo y la ocasión desplace a la dificultad.

Y tú. Estás tú. Vas y vienes, entras y sales… aceleras, frenas. Me das aire y me lo quitas, me robas… me devuelves. Subo y bajo. Pero creo que no hay cosa mejor que pertenecer a la vida, y que pertenecerte. Y este post es para ti

13 pensamientos en “Y se acaba…

  1. Compartimos un inicio y un final de carrera, todos, indistintamente del recorrido que escojamos. Lo que tenemos en nuestras manos es la opción de escoger cada vez que lleguemos a un cruce.

    ¡Felicidad y los mejores deseos para la bloguera de este rincón!

    🙂

    • Muchas gracias Angel
      Es cierto, el principio y el final son el mismo para todos y solo nosotros podemos hacer que el trayecto sea diferente.
      Una gran reflexión
      Un abrazo enorme

  2. Todo fin de año trae una reflexión. María de los Ángeles, como millones de seres en el mundo, también desde su particular óptica, nos entrega su visión de estos días y el balance del año por terminar.

    Habla de crisis, de un año doloroso y triste. Busca el ejemplo de los japoneses que ellos a partir de la crisis, buscan lo positivo y eso hace más llevadero y menos flagerante el juicio de lo vivido.

    Los griegos, por su parte, tan milenarios como los orientales y nuestros «Padres Occidentales», quizá hablaban de lo trágico y la tragedia humana. Sus vivencias, sus historias, su mitología, en vez de crisis.

    En ese contexto, comparándola con los ideogramas japonenes, para los griegos La Tragedia habla, más allá de lo teatral y de lo religioso, de un encuentro con la muerte, ese es un significado que se mantiene aunque hoy se entienda muy diferente. Todavía morimos. Habla del tormento de un héroe, (como lo puede ser el tormento o crisis de la autora); el cual siempre padece solo algo de ese encuentro, habla del abandono de los dioses en algunos casos (y por eso de la noción de lo divino), del destino, de las Moiras, de las consecuencias del desequilibrio (la Hybris), pasado por el apremio de la muerte, del dolor de vivir. Como de alguna manera también lo expone María de los Ángeles hoy.

    La tragedia en sí misma no es la muerte, no es lo heroico, no es el desequilibrio ni el exceso, no es el Destino en per se, no es el dolor de vivir, no es nada de esos elementos separados, por sí solos; empero, cada uno de esos elementos pueden rastrearse, vigentes, hasta el presente en el uso que se le da al vocablo tragedia.

    El asunto de nominar a la tragedia como tal no fue una resolución consciente, una reunión donde en Atenas del quinto siglo antes de Cristo resolvieran nombrar a la tragedia “τραγωδία”, “Tragœdía”, sino que el vocablo venía usándose, a través de de los eones, nominando algo que fue variando de lugar, de forma y de temáticas. El vocablo, pues, permaneció más allá de algo fijo en el tiempo y, pese al cambio, los antiguos consideraron que nombraron a lo mismo. Y ello, recuérdese, pese a que ya en ese siglo de oro perícleo, ya hacía muchos evos que nada tenía que ver el asunto con el balido de un macho cabrío, τράγος. Ya nadie «ετράγιζεν» imitaba el sonido del carnero en celo.

    Por ello, es positivo, hacer el balance pues nos hace crecer y mejorar, ver los días desde un prisma distinto, y de lo trágico, de la crisis, sacar los provechoso, lo benigno, lo que realmente nutre y nos hace retroalimentar.

    A veces me da la impresión que somos muy críticos y no justos, a pesar del dolor, los sufrimientos, las ausencias y carencias de todo tipo….pero eso nos debe llevar a otra importante reflexión que los griegos entendían muy bien y se refiere a el que un ser humano diga “mi vida es rutinaria, mis días se repiten y son monótonos” no es más que una ilusión si se reflexiona. ¿Cuáles días son exactamente iguales? ¡ninguno!. Lo que hace sentir al ser humano aburrido y triste es precisamente los significantes que le da a los días, el cómo los simboliza. Lo que no es igual o diferente no es en lo real sino en lo simbólico.

    Los días tristes, los días de crisis son los mejores, los que nos dan la fuerza para seguir viviendo y luchando.

    Excelente aprendizaje que nos da esta querida columnista en su Blog. Sin duda que se aprende y se reflexiona y nos invita a meditar en lo que fueron nuestros días, para mejorar los venideros.

    Desde Chile, Fernando Rodríguez Guzmán @FRodriguezG

    • El día que tus comentarios desaparezcan de mi blog, no volverá a ser lo mismo.
      Ya te lo dije en otra entrada: son el complementp perefcto.
      Son un tesoro.

      Gracias por compartir tu sabiduría en mi blog. En TU blog

      Un abrazo fuerte, desde España

    • que conste que a algunos amigos nos los perderás aunque lo intentes…la primera Navidad es la peor, las siguientes son más fáciles, pero sobre todo, siempre hay que creer que habrá otra Navidad…y el 2011 será en cualquier caso para tí mejor que el 2010, no puede ser de otra forma….la próxima en mi casa…besos!

  3. Tendré la suerte de poder tenerte el ultimo segundo de 2010 y el primero de 2011, y tendré la oportunidad de cerrar los ojos en ese momento y de desear… y de luchar por lo deseado… y mientras siga teniendo esa suerte, de crear y de ilusionarte con un futuro, con un feliz 2011 y 2012 y 13, 15, 18, 24….

    Tengo suerte…

  4. Felicidades a los dos…. al final los azules van a tener su corazoncito ja ja Un beso,

  5. con tanto problema no me he dado cuenta de tu publicación. espero haberte sido un poco de ayuda en este año tan difícil para ti, aquí me tienes para todo lo que te haga falta, tanto en buenos como en malos momentos. espero que 2011 sea el año que encuentres algo que te guíe el resto de tu vida. un abrazo de todo corazón.

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